Voy a empezar diciéndolo, tengo muchísimo miedo. Ese es el problema al que me enfrento, miedo al no, al no ser, al que no me sientan, al que no me hagan lugar ni parte, al estar por estar, al no en todos los sentidos. No quiero preguntar, también me atormentan las respuestas, y que vendrá después de esas respuestas, pero, ¿como es posible avanzar si no resuelvo mis dudas? Ojalá lo supiese.
Me veo en el mismo punto, todo el rato, y sé que hacer ciertas preguntas me harían bien, porque sean las que me gustarían o no, me harían moverme pues estoy harta de quedarme en medio de mis dudas bañándome en un sin fin de vacíos. Pero el miedo anula mi voluntad, no puedo sacar fuerza para preguntar lo que quiero y poder ordenar lo que siento, prefiero quedarme esperando a que quizás, el destino quiera que cualquier acontecimiento se adelante a mi, y me resuelva todo lo que quiero, y soy consciente de que no pasará, pero tengo una barrera invisible en mis actuaciones, un "ven que todavía no estas lista". En un año me destrozaron tanto animicamente que me hace pensar que mis sentimientos solo me conciernen a mi y nadie más, me cierro, no comunico, y al final soy yo la única que se hace daño creando historias que ni por asomo pasan.
Lo plasmo aquí porque sé que dentro de unos meses, seguiré con esas dudas, porque no tengo fuerza ni valor suficiente para hablar a corazón abierto, el miedo me reprime. Leeré estas lineas y quizás me hagan reflexionar que ya es hora de dejar de ser cobarde, de tirarme al vació y volver a vivir todo aquello a lo que me niego por el miedo, pero eso, eso no será ahora.
Seguiré inmersa en mis dudas y jugando con mi miedo.
Comentarios
Publicar un comentario