No quiero un chico normal, no pido un prototipo, no prefiero los rubios. Quiero un niño que no me asegure el futuro, que cada día lo viva como el primero, que no se valla la ilusión como cuando un niño pequeño se queda sin reyes… no quiero un capricho. Quiero que me recuerde cuando huela mi perfume, que para él sea única, que pase lo suficiente de mí. No quiero regalos, quiero detalles. Que cada vez que me duerma mi cama huela a Él. No busco a un chico perfecto ni que me soporte siempre. Quiero noches locas, días en los que escaparnos los dos solos sin preocuparnos de lo que sucederá. Quiero aventura, pasión. No me gusta la rutina, no me gusta dar explicaciones. Que solo me diga te quiero cuando lo sienta. Quiero un niño que le guste la fiesta, pero que le haga falta estar conmigo. Quiero no sentirme segura, quiero tirarme a la piscina sin hacer planes. No siempre lo bueno es lo mejor. No siempre se odia lo malo. Las reglas están para saltárselas, no siempre se hace lo correcto, ¿y