A veces siento que hay algo mal en mí, no se lo que es pero no logro encajar, ni encajarme a mi misma. Siento que de alguna manera, nada esta hecho para mi, siempre algo acaba haciéndome a un lado de lo que vivo, siempre me quedo a medias, como las nubes que al final no hacen llover. Y siguiendo la parábola de la nube, me cargo de malas energías que no elimino, mis pensamientos me queman, empiezan a consumirme y yo, ni me inmuto para sacar el extintor y pararlo, me empiezo a conformar con el caos, porque entiendo que ya no merezco más que su compañía. ¿Qué voy a pedir yo? Débil, conformista, rota y errónea, quizás solo me queda agradecer las migajas de felicidad que me deja la vida, pues no puedo esperar más. Si no puedo arreglarme quizás sea mejor vivir con mis averías, aceptar que nadie las verá como un plus añadido, casi como ese coche que te sigue dando problemas pero te aporta momentos de inmensa alegría, yo ahora mismo, no puedo aportar ni compartir, no estoy. Pi