Y nos sentamos, en la mesa solo había una garrafa de agua y 1 vaso,
me miraron,
las miré,
y todo explotó.
No te estas queriendo,
te dejas pisotear,
valórate,
coge mi mano,
machaquemos lo que te destruye,
piensa en tí,
sé quien eras,
abraza tus valores,
y ahí, en ese abismo de perderme,
en ese segundo de más,
tragué saliva, y sentí,
sentí que la verdad me apuñalaba
¿como es posible?
La posibilidad era clara,
sabías la verdad, pero no querías verla.
Y ellas te miran, se frustran
y tu ahí, sentada, pasmada,
porque dejaste perder más de ti,
que de nadie
y ellas, enamoradas de tu dulzura
la extrañaban.
Eras tú, desnuda frente a ellas
y eran ellas, frente a ti
cargadas de nuevas esperanzas.
Fueron el empujón,
a valorarte,
a quererte,
a medir lo bueno,
de lo malo,
a ser tú en tus valores
y no tú en tus errores.
Abrazo cálido vino después,
lágrimas de miel,
no hubo tiempo de correr,
tampoco quería,
estaba donde mis valores se reconocían,
donde mi tiempo fluía
en el bien de vuestra alegría,
la amistad, que lindo regalo,
tres girasoles en mi casa,
y yo, solo tenía una garrafa.
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